¿Un apoyo para el obrero?

sábado, 16 de abril de 2011

Los mal-llamados sindicalistas de UGT incrementan su sueldo un 3.75 % con el dinero de los trabajadores españoles.

Para los sindicalistas no hay crisis.
Total, caiga quien caiga, ellos tienen asegurada la subvención pública.

Para eso está la clase media española y los trabajadores, para pagar los impuestos con los que su amantísimo ZP los colma de subvenciones.

Con efecto de 1 de enero del 2009 a todos los trabajadores del sindicato se les aplica como pago a cuenta del incremento salarial, el IPC previsto oficialmente por el Gobierno de España, para este año -2%- más el 1,75% sobre todos los conceptos salariales según se establece en su Convenio Colectivo.
Ellos no tienen necesidad de apretarse el cinturón, ni de hacer números sobre gastos, no hay problema para pagar esta subida salarial, porque se la pagamos los demás.

Desde el año 2006, sus ingresos han crecido en torno a un 50% acumulado, en los dos últimos años un 10% anual.
Y es que si sumamos todas las subvenciones del último ejercicio, los cobros de UGT a cuenta de las arcas públicas se incrementaron un 9,9%, así cualquiera ¿verdad?.

Ya les gustaría a los autónomos y a los trabajadores eventuales e interinos que Zapatero les tuviera el mismo cariño que profesa a la UGT.

Es imposible saber con exactitud el dinero total percibido por sindicatos procedentes de los Presupuestos Generales del Estado y del Fondo Social Europeo, además de Comunidades Autónomas y administración local.
Las cantidades más importantes se destinan a financiar cursos de formación, cuyo gasto es difícil de controlar, de dudosa utilidad a los trabajadores en paro, pues como se ha demostrado en nuestro país, no suelen servir para lograr un empleo estable más allá de escuelas-taller y que en estos tiempos vienen muy bien para maquillar las cifras del paro.

Un capítulo aparte merece la devolución del llamado patrimonio histórico a la UGT, aparte los dos sindicatos “mayoritarios”, UGT y CC.OO. disponen en la actualidad de 545.000 metros cuadrados para desarrollar sus actividades en toda España, que han sido cedidos mayoritariamente por las administraciones públicas.

Los dos sindicatos disponen además de 203.000 liberados en toda España, entre instituciones oficiales y empresas de carácter privado. La distribución de estos liberados sindicales es muy similar.
La mitad de ellos, alrededor de 103.000, corresponden a UGT y 100.000 a CC OO. Los liberados sindicales cobran el sueldo de la empresa para la que trabajan, no del sindicato.
Si hubiera que comparar esta cifra con el empleo generado por empresas españolas, cabría decir que los liberados representan la plantilla más numerosa, después de la de los funcionarios Administración pública.

El problema es que no se dedican a producir nada.

Fuente: Minuto Digital

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