¡Josué Libertad!

lunes, 14 de septiembre de 2009

Hoy, lunes 14 de Septiembre de 2009, ha dado comienzo el juicio por el asesinato de Carlos Palomino, en la Audiencia Provincial de Madrid, donde cerca de un centenar de "amigos" del conocido como "Pollo" se han concentrado al grito de "¡Josué, asesino!".

"Me vi acorralado por esas personas armadas, me entró miedo, pensé que si se me lanzaban no saldría vivo de allí. Me salió el instinto. Noté que me rodeaban, me dijeron: 'de aquí no vas a salir, fascista de mierda'", manifestó Josué en este primer día de juicio.

"Saqué mi navaja porque me señalaron y uno sacó un puño americano", prosiguió Josué, quien negó ser neonazi, sino solamente un "español que le gusta que gane la Selección española".

Asimismo, negó que ese día acudiera a la manifestación convocada por las juventudes de Democracia Nacional y declaró que iba a cenar a Villaverde con unos amigos.

Mientras en la calle, se mostraban algunas pancartas con lemas como: "Carlos, hermano, nosotros no olvidamos", "Vuestro asesinato no quedará impune" y "¡Josue, asesino!".

Mavi, la madre de Carlos, acudió a la Audiencia "con ganas de que se celebre ya la vista oral". "Espero ser civilizada, transmitirle algo con mi mirada. Quiero verle", comentó."Confío en la Justicia. Es mi fe, ante ella me mantengo, quiero una sentencia ejemplar".

Esteban Ibarra, que ejerce la acusación particular y pedirá 30 años para el acusado, espera que se aplique la agravante de "odio ideológico". No tenía la misma opinión cuando pertenecía a un grupo terrorista.
Este individuo espera que se mande un mensaje claro "a esas bandas neonazis que no paran de atacar a inmigrantes, indigentes, jóvenes de izquierdas y gente de bien".

A una persona que viaja sola en un vagón de metro no creo que se le pueda llamar "banda", sin embargo al numeroso grupo de antifascistas que marchaban en ese mismo vagón con la intención de reventar un acto legal, si.
Josué, no está en el video atacando a inmigrantes, ni a indigentes, ni a ninguna otra persona como dice Esteban Ibarra (como si de una caza de brujas se tratara...). Es simplemente un joven que viaja tranquilo, hasta que se ve atacado por los pacíficos antisistema, que ahora se valen de sus medios, contradiciéndose, para hacer ruido y presionar en estos días de juicio.

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